Si hay un ambiente propicio para emprender es el tecnológico, principalmente para los desarrolladores de software.
Unos pocos programadores pueden juntarse para trabajar en torno a una idea, darle una forma y poco a poco ir poniéndola en práctica, administrando los recursos que estén a su disposición.

Habitualmente se enfocan en un tema o problema que ven o perciben en la sociedad y lo procesan, lo analizan y le encuentran la solución; no siempre es la solución que el usuario o cliente necesita, ya que la alternativa que idean está basada en su ideal para ese problema determinado.

En otras palabras, ante un problema ajeno, buscamos una forma de solucionarlo pero pensándolo como si fuese propio. No nos ponemos “en los zapatos” del usuario, por el contrario, procuramos que el usuario cambie su forma de trabajar o su forma de pensar y convencerlo de que su problema era que no nos conocía.

Como habrás notado, a partir del parrafo anterior empecé a hablar en primera persona, esto es porque yo soy parte de esta casta superior que somos los “de sistemas”, los eternos incomprendidos, los que tenemos todas las soluciones pero que nadie entiende.

Ahora, por qué planteo lo del “Síndrome del Emprendedor Tecnológico”?

Según la definición, un síndrome describe al grupo de fenómenos propios de una situación específica. Otra definición dice que es un cuadro conformado por una serie de síntomas o signos.

En mi trayectoria en el ambiente he acumulado mucha experiencia, algo de conocimiento y, principalmente, lo que en gestión de proyectos se llama “lecciones aprendidas”, y te aseguro que tengo acumuladas muchas lecciones aprendidas. Porque en toda mi vida “laboral” fui emprendedor, con algunos aciertos pero principalmente con varios errores, traspiés, tropiezos o como quieran llamarlo.

Creo, y mucho, en la teoría que para ser emprendedor es necesario tener algunos fracasos en el haber; estoy seguro de que el emprendedor que ha fracasado alguna vez tiene una gran ventaja por sobre el que solo conoce el éxito, porque el que ha fracasado disfrutará finalmente los logros, pero ante todo los valorará de otra forma.

El fracaso tomado como la ausencia parcial de éxito sobre un objetivo es sacarle dramatismo a la actividad laboral cotidiana. De esta forma, y particularmente desde mi visión de emprendedor, el fracaso es parte del éxito, no dos entidades separadas.

Volviendo al tema que titula esta idea, sobre qué sería el “Síndrome del Emprendedor Tecnológico”, como dije unos párrafos más arriba, en el ambiente de sistemas es muy rápido poder encarar un emprendimiento por el solo hecho de contar con conocimiento especializado sobre un tema en particular. Basta para ello poder encarar un proyecto.

Para que se entienda mejor, pongo un ejemplo: Juan es un programador de primera, conoce de punta a punta un lenguaje, sabe a la perfección cómo aplicarlo, como desarrollar aplicaciones con lo último en tecnología. El tema que se plantea es que nunca estudió una carrera, entonces a sus 25 años toma la decisión de empezar a estudiar en la Universidad, está seguro que lo único que le falta es tener un título para estar en condiciones de competir laboralmente al nivel que él desea.

En su paso por la facultad se conoce con Cristian, desarrollador como él y con el que entabla una gran amistad. En el 90% de los casos, esa amistad termina en sociedad. ¿Cómo? Simple. Cristian venía madurando una idea, había detectado una necesidad en un mercado puntual y una posibilidad de desarrollar un software espectacular que daría solución definitiva a esa necesidad. En consecuencia, si lograba desarrollar esta revolucionaria aplicación, encantaría a todos los actores de ese mercado y se llenaría de plata. Y lo mejor es que no gastaría más que horas de trabajo, no tendría que desembolsar ni un peso.

Obviamente, al ser tan amigos con Juan, en una charla de bar, surge mágicamente la idea de encarar juntos esta oportunidad única; y deciden aventurarse en una sociedad, en convertirse en empresarios.

Con este ejemplo acabo de describir cual es mi idea del “Síndrome del Emprendedor Tecnológico”.

En este tipo de emprendimientos son muy pocas las empresas que realmente funcionan, porque para ser exitosas por lo menos un integrantes tiene que tener real visión empresaria.

Según mi parecer, la mayoría de las sociedades netamente técnicas tienden al fracaso. Doy algunos puntos del porqué:

Es cierto que no invierten, es decir, ningún socio aporta dinero de su bolsillo. Lo que sí ponen es su tiempo y su conocimiento, que, al no contarlo como inversión económica, luego es muy difícil ponerlo en números. Primer punto: antes de arrancar hay que planificar.
Cuando se plantea el desarrollo, se busca lograr la solución ideal, la más completa, la que automatice todo. ERROR. En casi la totalidad de los casos la solución fracasa. Segundo punto: Hay que dar una solución real, no una ideal. Pararse en el lugar del cliente/usuario. Hay que conocer sus inquietudes, sus conocimientos y también sus limitaciones tecnológicas.
Otro error frecuente es pensar un sistema que le va solucionar la vida a tus potenciales clientes, que ellos están muy atrasados o fuera de foco y podés, mediante la tecnología, lograr lo que en años ellos no pudieron. Tercer punto: Pies sobre la tierra. Pensar si el mercado al que estás apuntado está preparado para tu solución. La mayoría de las veces, una idea fuera de tiempo es fracaso anunciado.
Y lo más importante, no basta solamente con tener una excelente idea y materia gris para darle forma. Si vas a encarar una empresa, hay que ser fundamentalmente empresario. No conozco emprendedor que haya triunfado si no acompaña su producto o servicio de gestión, de visión empresaria. Nuestra idea es muy importante, pero igual de importante es contar con una buena gestión comercial, contar con un equipo de trabajo que funciona como equipo, planificar el trabajo, llevar una buena administración. Todos estos son pilares básicos que no tenemos en cuenta los que en algún momento hemos sufrido el “Síndrome del Emprendedor Tecnológico”.

La buena noticia

Este síndrome es totalmente curable, basta con ser cautos, tomar las decisiones correctas y pensar como los empresarios que somos, porque en definitiva somos eso, emprendedores.

Actualmente, tenemos muchos recursos disponibles para poder encarar de forma correcta nuestro emprendimiento, desde bibliografía específica a herramientas vía internet, pero también hay muchas capacitaciones sobre el tema y hasta asociaciones cuyo objetivo es orientar y ayudar a las startups.

La clave: Capacitate, tenés que focalizarte en temas gerenciales o de dirección de empresas. Obviamente que no hace falta que seas un experto en la materia, sino que debés conocer ciertos aspectos para poder dar forma a tu emprendimiento y llegar a lo que todos anhelamos, convertir nuestro emprendimiento en una empresa exitosa.

Algunas ideas para trabajar en equipo son las siguientes.

  • Tener un objetivo en común.
  • Comunicarse. No solo conversar, sino lograr la coordinación de acciones.
  • Generar confianza, sin la cual no hay trabajo de equipo posible.
  • Lograr compromiso de todo el staff, que implica una promesa, con el otro y con uno.
  • #Coordinar las acciones
  • #Planificar las actividades
  • Considerar las fortalezas y oportunidades que tenemos dentro del equipo
  • Distribuir los recursos y los roles
  • Liderar el grupo que se convertirá en equipo
  • Tener humildad para aprender
  • Todo grupo no es un equipo
  • Operativizar un grupo

A tener en cuenta que los que hacen foco en exceso se detienen en detalles y no pueden distinguir entre los urgente, lo importante y lo que puede esperar.

En el mundo IT, en el sector IT, el grupo tiene otra legalidad.

Coordinar, liderar en IT es estar en otro plano de comunicación, en donde las redes y la comunicación virtual en si presenta otro desafío, en donde muchas veces se coordina a distancia. Es decir la precisión del conductor de un equipo en este contexto tiene que ser quirúrgico; es decir concreto, firme, seguro, y de economía de palabras.

  • El concepto de grupo cambia. El grupo es habitado virtualmente. Las reglas del engagement (compromiso) se vuelve confuso.
  • La transmisión de objetivos a un grupo IT tiene que ser concreta y directa, ya que el mayor problema que plantean los líderes de estos grupos es la falta de comunicación y motivación.
  • Es muy recomendable las reuniones grupales por área y entre áreas, para fomentar otras vías de vinculación.
  • Por naturaleza el actor IT tienda al aislamiento y la introspección. Es necesario buscar alternativas grupales de comunicación.
La conformación de un grupo de trabajo en el área IT es un verdadero desafío y que lamentablemente en este momento no todos están preparados para llevar adelante.


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